Zobeida la muñequera viaja eternamente

Zobeida Candelaria Jiménez de Ochoa nació en Píritu, estado Portuguesa, el día de La Candelaria del 1942. Afirma tener tres edades, la edad que le pone el gobierno, la que le ponen los médicos y la que ella cree tener, que son siete años. Por ser hija de un perseguido político del gobierno de Pérez Jiménez siendo aún niña le tocó asumir la lucha clandestina. Será por eso que convirtió su corazón y su casa en una “guarida de perseguidos”.

Estudió Comercio durante su primaria en un colegio de monjas pero como esa no era su vocación se inscribió en la Escuela Normal “Simón Rodríguez” de Valencia donde se graduó de maestra en 1962. Eusebia, elaborada por doña Eusebia Montilla, hija del glorioso General, ha sido su consejera y compañera de viaje y fue quien la inspiró para hacerse creadora de muñecas que proclaman libertad.

En los años 70 empezó a hacer sus muñecas en la escuela cuando traía cerros de retazos de tela e invitaba a los padres y a sus alumnos a realizar muñecas mientras intercambiaban puntos de vista. Sus técnicas pedagógicas inducen a los niños, y a los adultos, a la liberación a través del juego y el contacto permanente con la naturaleza.

Al inmortal cantautor venezolano Alí Primera debe la sustitución de su apellido original, al componerle la canción “Zobeida, la Muñequera”. En 1982 visita por primera vez a Cuba, buscando curación para su hijo que padecía las secuelas de una meningitis. Así tuvo la oportunidad de acompañar a una delegación que asistía al Consejo Mundial de la Paz, presentándosele la maravillosa ocasión de ser recibida por el poeta Nicolás Guillen en sus 80 años, en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), ante quien fue portadora del homenaje de los niños venezolanos.

Hoy Zobeida viaja eternamente.