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Archive for 17 de enero de 2011

«Leao», un hermoso perro que no se separa de la tumba de su dueña

Posted by Fidel Ernesto Vásquez I, en 17 enero 2011

 

Un perro de nombre Leao junto a la tumba de su dueño tras los aludes de tierra en Río de Janeiro en el año 2011-Fidel Ernesto Vasquez

En medio de la tragedia por las inundaciones y los aludes, que obligan a contar cadáveres por centenares, el pueblo brasileño se conmovió con la historia de “Leao”, un perro que no se aleja de la tumba de su dueña, sepultada hace ya varios días.

“Hay un perro, llamado Leao, que no sale de la tumba de su dueña, Cristina Maria de Santana”, comentaron los socorristas, y el caso impactó tanto que la foto de Leao ya recorrió el mundo.

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Teoría de las crisis : Marx – Luxemburgo (I)

Posted by Fidel Ernesto Vásquez I, en 17 enero 2011

El objeto de esta contribución es explicar en qué es necesario volver a la coherencia del análisis de Marx por medio de un examen crítico de las posiciones de Rosa Luxemburgo.

Forum de la Izquierda Comunista Internacionalista

En su introducción al Capital, Marx afirma haber “llegado a descubrir la pista de la ley natural que rige su movimiento, y el objetivo final de esta obra es desvelar la ley económica del movimiento de la sociedad moderna”  [1]. Ahora bien, la lectura de esta obra no permitió a Rosa Luxemburgo comprender ni el “problema de la producción capitalista en sus relaciones concretas”, ni el “de sus límites objetivos históricos”  [2].

Estas graves lagunas teóricas y empíricas estarían, según Rosa Luxemburgo, en las “contradicciones del esquema de la reproducción ampliada” elaborado por Marx, y en las diferencias existentes entre los libros II y III del Capital : “…el esquema [de reproducción] está en contradicción con la teoría del proceso capitalista global y de su desarrollo tal como está esbozada en el libro III del Capital. (…) Comparando esta descripción con el esquema del libro II, se da uno cuenta inmediatamente de la diferencia. Lejos de comprobar una contradicción inmanente entre la producción de la plusvalía y su realización, encontramos en el esquema una identidad inmanente” (La Acumulación del capital). Para allanar estos límites e incoherencias que Rosa creía haber descubierto en Marx, elaboró su propia visión de la dinámica y de las contradicciones del capitalismo en su obra sobre La Acumulación del capital. El objeto de esta contribución es explicar en qué es necesario volver a la coherencia del análisis de Marx por medio de un examen crítico de las posiciones de Rosa Luxemburgo.

La Acumulación del capital de Rosa Luxemburgo

Para Rosa Luxemburgo, la esfera propiamente capitalista (el capitalismo ‘puro’) no puede asegurar más que su reproducción simple : “En el comercio capitalista interior, el capital no puede realizar, en el mejor de los casos, más que… el capital constante gastado, el capital variable y la parte consumida de la plusvalía” (La Acumulación…).

¿Por qué? Porque aquélla no contendría la demanda social que le permitiría realizar el fin de su acumulación ampliada, a saber, la capitalización de la plusvalía adicional : “…lo que necesitamos encontrar es la demanda económica del sobreproducto… (…) …para poder hacer trabajar a nuevos obreros con nuevos medios de producción se necesita – desde el punto de vista capitalista – tener antes un fin para la ampliación de la producción, una nueva demanda de productos a fabricar” (La Acumulación…).

Dicho de otro modo, el capitalismo puro está confrontado a una sobreproducción permanente con relación a sus medios internos de realización : “¿Quién, pues, comprará, consumirá la porción de mercancías, sólo la venta de las cuales hará posible la acumulación? Una cosa está clara : no serán los obreros ni los capitalistas mismos” (Anticrítica).

Esta sobreproducción interna del capitalismo puro engendra un déficit de medios de producción y un excedente de medios de consumo : “Si tuviese que continuar la acumulación así, habría un déficit de medios de producción… (…) Por el contrario, el mismo fenómeno tiene como consecuencia un excedente mucho más considerable de medios de consumo invendibles” (La Acumulación…).

A partir de ahí recae en los mercados extra-capitalistas el cumplir una doble función : la de absorber “la porción de mercancías que contiene la ganancia destinada a la acumulación”, especialmente esos medios de consumo excedentes producidos por el capitalismo puro, pero también la de suministrar los medios de producción necesarios a la ampliación de la acumulación de éste. En efecto :

1) Por un lado, el capitalismo puro necesita una demanda social exterior para comprarle las mercancías que contienen la ganancia destinada a la acumulación : “Para que pueda tener lugar la acumulación, los capitalistas deben encontrar en otra parte compradores para la porción de mercancías que contiene la ganancia destinada a la acumulación ; estos compradores deben tener medios de pago provenientes de una fuente autónoma y no adelantados por los capitalistas… Debe tratarse de compradores que se procuran medios de pago gracias a un sistema de intercambio de mercancías, por tanto, sobre la base de una producción de mercancías, y esta producción debe encontrarse necesariamente fuera del sistema capitalista de producción” (Anticrítica).

2) Por otro lado, con el dinero conseguido por la venta, en la esfera extra-capitalista, de las mercancías que contienen la ganancia destinada a la acumulación, el capitalismo puro compra en esta misma esfera exterior los medios de producción necesarios a la ampliación de su producción : “Hasta ahora no habíamos considerado la reproducción ampliada más que desde un solo punto de vista, a saber, cómo es posible la realización de la plusvalía. (…) Sin embargo, la realización de la plusvalía no es el único elemento de la reproducción que hay que tener en cuenta. (…) la segunda condición de la acumulación es la adquisición de los elementos materiales indispensables para la extensión de la producción. (…) la acumulación capitalista depende de los medios de producción producidos fuera del sistema capitalista” (La Acumulación…).

Por tanto, Rosa Luxemburgo confiere a los mercados extra-capitalistas un doble papel :

1) El papel exclusivo que permite realizar la plusvalía acumulable : “…la parte de la plusvalía destinada a la capitalización debe ser realizada ‘en el exterior’ (…) El capital sin empleo no tenía la posibilidad de acumular en su país de origen por falta de demanda de productos adicionales” (La Acumulación…).

2) Pero, asimismo, suministrar al capitalismo puro los medios materiales necesarios a la ampliación de su proceso de producción : “El mercado exterior para el capital es el medio social no capitalista que lo rodea, que absorbe sus productos y le suministra elementos de producción y fuerzas de trabajo” (La Acumulación…).

Ahora bien, estos mercados extra-capitalistas sólo existen en cantidad limitada y son arruinados progresivamente por el desarrollo del capitalismo : “Así el capitalismo no deja de crecer gracias a sus relaciones con las capas sociales y los países no capitalistas, prosiguiendo la acumulación a sus expensas, pero descomponiéndolos al mismo tiempo y rechazándolos para implantarse en su lugar” (Anticrítica).

En consecuencia, el origen de las crisis de sobreproducción tiene su fuente en la capacidad limitada de absorción por parte de los mercados extra-capitalistas. Para superar este límite, el capitalismo procede a una extensión del mercado mundial y de sus relaciones de producción a expensas de la esfera extra-capitalista.

Sin embargo, tras los veinticinco años de imperialismo intensivo entre 1880 y 1914, esta esfera llega a ser relativamente insuficiente con relación a las necesidades a las que ha llegado la acumulación a escala mundial : “La segunda línea de fuerza que desemboca en la guerra actual y confirma tan brillantemente la predicción de Marx, se deriva de un fenómeno de carácter internacional que Marx no ha conocido : el desarrollo imperialista de estos últimos 25 años. (…) … este desarrollo inauguraba … un nuevo período de efervescencia para los Estados europeos : su expansión, a cual más, hacia los países y las zonas del mundo que seguían siendo no-capitalistas. Ya desde los años 1880 se asistía a una nueva acometida especialmente violenta hacia las conquistas coloniales” (Folleto de Junius).

Esta fase “imperialista” de “25 años de acometida violenta” para la conquista de “zonas del mundo que seguían siendo no-capitalistas” es la que, para Rosa, significa la entrada en decadencia del capitalismo con ocasión de la primera guerra mundial : “El imperialismo es, a la vez, un método histórico para prolongar los días del capital y el medio más seguro y rápido de ponerle fin objetivamente. Esto no significa que el punto final necesite literalmente ser alcanzado. La sola tendencia hacia este fin de la evolución capitalista se manifiesta ya a través de fenómenos que hacen de la fase final del capitalismo un período de catástrofes” (La Acumulación…).

Esta fase-bisagra entre el siglo XIX y el XX desemboca en la saturación relativa de los mercados extra-capitalistas habida cuenta de las necesidades alcanzadas por la acumulación del capitalismo a escala mundial : “Geográficamente, este medio representa aún hoy la mayor parte del globo. Sin embargo, el campo de expansión ofrecido al imperialismo aparece como mínimo comparado con el nivel alcanzado por el desarrollo de las fuerzas productivas capitalistas…” (La Acumulación…).

Las zonas extra-capitalistas, aunque todavía abundantes geográficamente a comienzos del siglo XX, no representan ya un mercado suficiente en valor más que para asegurar una expansión normal del capitalismo como en el siglo XIX. Tal es, para Rosa Luxemburgo, el fundamento económico de la entrada en “la fase final del capitalismo” en el momento de la primera guerra mundial : el capitalismo “podría tener una poderosa extensión si rechazase en todas partes las formas atrasadas de producción”, pues “la producción capitalista en tanto que tal no representa más que una ínfima fracción de la producción mundial”, y “cuanto más reemplace la producción capitalista los modos de producción más atrasados, más estrechos se hacen los límites del mercado creado en la búsqueda de ganancia, con relación a la necesidad de expansión de las empresas capitalistas existentes” (Introducción a la economía política). De aquí proviene el freno al crecimiento de las fuerzas productivas tan característico de la decadencia del capitalismo.

Esta visión de la dinámica y de las contradicciones del capitalismo desarrollada por Rosa constituiría “la respuesta” a las contradicciones que existirían en la obra de Marx.

Marx contra Luxemburgo

Mientras que Rosa Luxemburgo confiere a los mercados extra-capitalistas un papel doblemente central, Marx los excluye de entrada y explícitamente de su análisis. Toda su explicación de la acumulación del capital se sitúa en el terreno del capitalismo puro únicamente. Esto, no sólo por hipótesis metodológica, sino también y sobre todo porque no juzga que los mercados extra-capitalistas sean necesarios para la comprensión de la dinámica y de las contradicciones del sistema capitalista, y ello, por las cinco razones siguientes :

1) El capitalismo contiene en sí mismo una dinámica permanente de ampliación de la escala de su producción que sobrepasa de lejos la reproducción simple. Para Marx, el capitalismo ‘puro’ no tiene ninguna necesidad de una demanda exterior que emane de la esfera extra-capitalista para asegurar su acumulación ampliada : “ ¡…transformar de nuevo incesantemente en capital la mayor parte posible de la plusvalía o del producto neto! Acumular por acumular, producir por producir, tal es la consigna de la economía política proclamando la misión histórica del período burgués. (…) Con toda seguridad, producir, producir cada vez más, tal es nuestra consigna…”  [3]. Esta dinámica se impone como una coerción para la supervivencia del sistema : todo capital dejado sin empleo se desvaloriza y es desalojado del mercado : tal es el motor de “…la tendencia a la acumulación, la tendencia a aumentar el capital y a producir plusvalía en una escala ampliada. Ésa es, para la producción capitalista, una ley, impuesta por los constantes trastornos de los métodos de producción mismos, por la depreciación del capital existente que estos trastornos conllevan siempre, la lucha general de la competencia y la necesidad de perfeccionar la producción y ampliar su escala, simplemente para mantenerse y bajo pena de desaparecer”  [4].

2) Esta dinámica permanente de ampliación de la producción genera la demanda social creciente necesaria gracias al empleo de nuevos trabajadores y a la reinversión en medios de producción y de consumo adicionales : “Los límites del consumo son ampliados por la tensión del proceso de reproducción mismo; por un lado, ésta aumenta el gasto de la renta por parte de los obreros y los capitalistas; por otro, es idéntica a la tensión del consumo productivo”  [5].

3) Para Marx, las contradicciones intrínsecas a esta ampliación son las que engendran periódicamente crisis de sobreproducción que se manifiestan por una insuficiencia de la demanda solvente con relación al desarrollo de la producción.

4) Para ampliarse, el capitalismo necesita encontrar en su propio mercado los medios materiales necesarios a su ampliación ; y generalmente esos son medios modernos y que dan rendimiento que la esfera de la pequeña producción mercantil extra-capitalista es muy incapaz de suministrar.

5) Además, las ventas de mercancías en estos mercados extra-capitalistas corresponden a la demanda de estas capas ; son, por tanto, inadecuadas a la reinversión con miras a la ampliación del capitalismo puro. Doble comprobación que, por lo demás, Rosa Luxemburgo reconoce : “Pero desde el momento en que admitimos que la plusvalía es realizada en el exterior de la producción capitalista, por ahí mismo admitimos que su forma material no está ligada a las necesidades de la producción capitalista. Su forma material responde a las necesidades de los ambientes extra-capitalistas que ayudan a realizarla” (La Acumulación…). Las mercancías concernidas, al ser vendidas a estos compradores y al responder a sus necesidades, salen, pues, del circuito de la acumulación. Esta salida de mercancías del circuito de la acumulación frena a ésta en lugar de estimularla.

De estas cinco proposiciones Marx saca tres conclusiones :

1) Contrariamente al análisis de Rosa, la esfera extra-capitalista, para Marx, no es necesaria en absoluto para comprender la acumulación ampliada, ni como espacio de realización ni como fuente de medios materiales necesarios a la ampliación del capitalismo puro.

2) En realidad, esta esfera extra-capitalista no es verdaderamente indispensable al capitalismo puro más que durante su fase de acumulación primitiva, cuando “la génesis del capital”, dirá Marx.

3) Para él, asimismo, “la tendencia a la sobreproducción” no proviene de una insuficiencia de mercados extra-capitalistas, sino de la “relación inmediata del capital” dentro del capitalismo puro : “Cae de su peso que no tenemos la intención de analizar aquí en detalle la naturaleza de la sobreproducción ; simplemente, extraemos la tendencia a la sobreproducción que existe en la relación inmediata del capital. Por tanto, aquí podemos dejar de lado todo lo que se refiere a las otras clases poseedoras y consumidoras, etc., que no producen, sino que viven de sus rentas, es decir, proceden a un intercambio con el capital y constituyen un centro de intercambio para él. No hablaremos de ellas más que allí donde tienen una importancia verdadera, es decir, en la génesis del capital”  [6].

La cuestión de los medios materiales necesarios a la ampliación

Después de haber vendido sus mercancías en la esfera extra-capitalista, el capitalismo puro dispone ciertamente del dinero correspondiente, pero no puede hacer nada con él dentro del capitalismo puro puesto que los medios materiales necesarios a su ampliación ya no están disponibles : o bien han sido consumidos para asegurar la acumulación simple, o bien han sido vendidos e incorporados dentro de la esfera extra-capitalista.

Además, las mercancías vendidas en la esfera extra-capitalista corresponden a las necesidades de esta esfera, y no a las de la acumulación ampliada. A partir de ahí, si estas mercancías permiten realizar la plusvalía necesaria a la acumulación, no pueden servir de medios materiales a su ampliación. La misma Rosa Luxemburgo está de acuerdo con ello : “La transacción que ha permitido realizar la plusvalía ha aniquilado al mismo tiempo la posibilidad de convertir esta plusvalía realizada en capital productivo (…) Hasta ahora habíamos considerado la reproducción ampliada sólo desde un punto de vista, a saber, cómo es posible la realización de la plusvalía. (…) Sin embargo, la realización de la plusvalía no es el único elemento de la reproducción que hay que tener en cuenta. (…) De la mano a la boca se pierde la sopa. En efecto, ahora se da uno cuenta de que la segunda condición de la acumulación es la adquisición de los elementos materiales indispensables a la extensión de la producción. ¿Dónde cogerlos, pues acabamos de realizar en dinero el sobreproducto en forma de productos de la sección I, es decir, bajo forma de medios de producción, y que los hemos vendido en el exterior de la sociedad capitalista? La transacción que ha permitido realizar la plusvalía ha aniquilado al mismo tiempo la posibilidad de convertir esta plusvalía realizada en capital productivo . Parece, pues, que nos hemos librado de Caribdis para caer en Escila” (La Acumulación…).

La respuesta de Rosa Luxemburgo

La respuesta de Rosa Luxemburgo a este problema es la siguiente : el dinero proveniente de la venta de mercancías en la esfera extra-capitalista sirve a continuación para comprar allí bienes producidos por estos pequeños productores, bienes que corresponderían a los medios materiales necesarios a la ampliación de la acumulación del capitalismo puro. Dicho de otra manera, para Rosa, es la producción local de los campesinos y artesanos del mundo la que suministraría los bienes requeridos para las reinversiones con vistas a la ampliación del capitalismo puro : “…la acumulación capitalista depende de los medios de producción producidos fuera del sistema capitalista. Por lo demás, basta recordar qué papel juega la importación de trigo, producto agrícola, independiente, pues, del modo de producción capitalista, en la alimentación de la masa obrera europea (como elemento del capital variable) para darse cuenta de que la acumulación está ligada necesariamente en sus medios materiales a ambientes no capitalistas. (…) El problema de los elementos materiales de la acumulación no se acaba con la creación de la plusvalía bajo una forma concreta ; el problema se plantea entonces de otra manera : para utilizar de manera productiva la plusvalía realizada, es necesario que el capital pueda disponer progresivamente de toda la Tierra a fin de asegurarse un surtido ilimitado de medios de producción en cantidad y en calidad (…) Entre el período de producción en que es producida la plusvalía y el período siguiente de la acumulación en que esta plusvalía es capitalizada, hay lugar para dos transacciones distintas : la realización de la plusvalía, es decir, su conversión en valor puro, y después la transformación de este valor puro en capital productivo ; estas dos transacciones se efectúan entre la producción capitalista y el ambiente no capitalista que lo rodea. Por tanto, el comercio internacional es, desde el punto de vista de la realización de la plusvalía, así como desde el punto de vista de la adquisición de los elementos materiales del capital constante, una condición histórica vital del capitalismo ; el comercio internacional se presenta en la situación concreta actual como un intercambio entre las formas de producción capitalistas y las formas de producción no capitalistas. (…) El mercado exterior para el capital es el ambiente social no capitalista que lo rodea, que absorbe sus productos y le suministra elementos de producción y fuerzas de trabajo” (La Acumulación…). Esta respuesta de Rosa es inaceptable por, al menos, cinco buenas razones.

Una respuesta inaceptable

1) Lo esencial de los productos necesarios a la reinversión con vistas a la ampliación deben ser los más modernos y que den el mejor rendimiento posible. Ahora bien, ¡ningún pequeño campesino y artesano de la Tierra puede suministrar las cadenas de montaje robotizadas, las máquinas que funcionan con mandos electrónicos, y los medios de transporte competitivos requeridos para la acumulación ampliada!

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