EL SALVADOR: POR FIN LLEGÓ EL TURNO DEL OFENDIDO

Lorena Peña es una comandante guerrillera del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), conocida como la comandante Rebeca. Ha ocupado numerosos cargos partidarios, ha sido diputada nacional y hoy es diputada en el Parlamento Centroamericano (PARLACEN).

Durante las pasadas elecciones municipales en enero, Rebeca fue la jefa de campaña de Violeta Menjívar, que optaba a la reelección. El candidato de la extrema derecha, Norman Quijano, gestó un colosal fraude que le permitió derrotar a la alcaldesa. De aquella dolorosa jornada, los militantes del FMLN aprendieron.
Este es un sucinto relato de Rebeca de cómo se organizó la pobretería salvadoreña para finalmente conquistar el gobierno en el Pulgarcito de América.
Por fin llegó el turno del ofendido

Les juro que algo me pasa que no he podido llorar como lo merezco. Hemos peleado con las uñas, con los dientes, con todo. La derrota de la capital nos puso ante la magnitud del fraude arenero. Así que en dos meses tuvimos que hacer un viraje como debió hacerse en diez años.

Pero lo realmente importante es que tuvimos una especie de «insurrección electoral», la gente por centenares y miles cerco toda la noche lugares de concentración de votantes extranjeros con DUI (Documento Único de Identidad, conocidos en Nicaragua como cédulas) chabeleados (falsificados) pero empadronados, en el estadio Cuscatlán, en la Villa Olímpica de Ayutuxtepeque, en los hoteles 5 estrellas, los persiguieron y capturaron en los centros de votación. En Guarjila, en Arcatao, en Corinto, en Sociedad, en Carolina, en todos esos pueblitos fronterizos chiquitos y perdidos, los campesinos montaron retenes, atravesaron cadenas y de todo para parar los buses de Honduras y regresar a los que venían a votar.

Fue realmente la pobretería la que se lanzó a perseguirlos, y los antimotines los cuidaban a los areneros para conducirlos en caravanas de centenares de buses hasta que se perdían. Pero a más de alguno le entraba miedo y desistía de ir a votar, algunos incluso huyeron en desbandada por los cafetales del volcán San Salvador el domingo en la madrugada y andaban helicópteros alumbrando y los de ARENA buscándolos como ganado perdido. No cabe duda de que debemos depurar ese maldito padrón. Sólo sepan que Funes cerró con más de 11 puntos de ventaja en todas las encuestas y ha ganado sólo por 2 puntos.
Y me duele no haber avivado a tiempo pues a Violeta le hicieron exactamente lo mismo.

Además hubo brigadas de lideres comunales y campesinos del FMLN sacando de casa en casa a los votantes del Frente, para llevarles a los centros de votación, muy efectiva, y pusimos lo mejor de nuestros cuadros a esta tarea y en las urnas.

Estoy contenta y asustada a la vez, es que si no pasa todo esto en la elección de San Salvador, ahorita estaríamos lamentándonos. Pero ahora ya pasó, y creo que todavía no dimensionamos completamente el cambio que hemos logrado.
Angelita, mi madre, se fue conmigo, a las 10 de la noche en silla de ruedas, a celebrar al redondel Masferrer. Ahí se juntaron 50 mil personas la noche del domingo a lo largo del Paseo General Escalón, y toda la ciudad eran carros, bocinas, banderas, pirámides humanas de color rojo montadas en pickups (camionetas de tina), buenos y chatarras, no importaba, y miles a pie subiendo el paseo.

También me impresionó los tugurios de la Escalón, cuna de la oligarquía, que tienen accesos pequeños que conducen a los barrancos de las champas, ahí veíamos a los más pobres con banderitas rojas saludando y gritando a cuanto carro pasaba.

Pronto vendrá toda la reestructuración. Abrazos y seguimos escribiéndonos, no soy revanchista pero estoy feliz de que por fin llegó el turno del ofendido.